Atraviesas los Paseos de Colón y Renovales, más adelante calle Luis Vives, y al instante Serrano Sanz (mogollón de nombres que titulan vías urbanas de mínimo kilometraje y generan confusiones mil). Vas por esta última a Pedro Cerbuna, para acceder a la Universidad tras franquear un paso de peatones que casi nadie respeta. En la esquina de estas dos calles el caos, coches que van, vienen y vuelven desde uno y otro lado, tapones mil. El taxímetro marca tres euros y cuando puedes llegar a destino (cuarenta metros más allá) la carrera supera los cuatro y pico. Curiosa zona donde puedes contemplar aparcados coches de todas las policías posibles, vacíos, por supuesto, porque sus ocupantes desayunan en reputado lugar. Singular zona, porque el cuartel de la Policía Local está justamente ahí mismo. Los nervios se aceleran y piensas ¿por qué no instalar en tan emblemático y problemático cruce semáforos que ordenen el normal discurrir de los vehículos? Cada día que pasa hay más gente que se queja y no entiende nada. Les dices que tú has visto alguna vez a agentes tratando de regular ese caos y entonces, los entendidos, te replican con un rotundo "son policías en prácticas".

*Profesor de Universidad