Las cumbres bilaterales hispano-galas siempre llevan en la cartera una serie de asuntos que afectan directamente a Aragón. Por una cuestión de vecindad, se comparte frontera, así que actividades como las comunicaciones no son solo cuestión de Estado, sino de territorios colindantes. Pero la experiencia dice que de estas reuniones al máximo nivel salen poco más que compromisos sobre estudios de infraestructuras mil veces estudiadas. Las ya tradicionales, TCP y Canfranc, a la que, en este caso, se suma la conexión energética.