Un partido completamente desconocido en el resto de España, pero muy influyente en Cataluña, la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), está teniendo un activo protagonismo en todo el procès de ruptura independentista.

¿Quiénes son, a qué ideología responden los cuperos? No es fácil responder a esta pregunta, pues no admite una sola respuesta.

Dentro de la CUP han ido encontrando acomodo hasta, a lo largo de los últimos años, siete grupos diferentes, entre los cuales pueden identificarse antiguos comunistas, anarquistas, indepés e incluso ex militantes de Terra Lliure. Probablemente, desde un punto de vista histórico y con muchos matices, la ideología que más les cuadra es la anarquista. No reconocen la propiedad privada, son anticapitalistas y renuncian a pilares básicos de la sociedad como la familia o la Constitución.

Dentro de la CUP hay activistas de calle y parlamentarios. La sección más agresiva en términos de movilización es Arran, una suerte de juventudes radicales dentro de la radicalidad permanente, de la acción sostenida de una CUP que ha hecho de la desestabilización del sistema y de la reclamación independentista las principales banderas de su quehacer político.

Políticamente, hay que reconocerlo, su decena de diputados (de 135 que se sientan en el Parlament) están obteniendo unos réditos espectaculares.

Su primer gran triunfo fue la cabeza de Artur Mas, a quien vetaron como nuevo president de la Generalitat, por considerarlo un siervo de la derecha y un dirigente corrupto. La presión de la CUP, cuyos votos necesitan, siempre y para todo, PdeCat y Esquerra, condicionó el ascenso a la presidencia de Carles Puigdemont, un sectario independentista criado a los pechos de la radicalidad pancatalanista, y un títere en manos de la CUP, que le ha impuesto su calendario y programa desde un principio. Todas y cada una de las gravísimas decisiones de Puigdemont en torno a la convocatoria del referéndum ilegal y la aprobación de las leyes de desconexión le han sido dictadas desde el despacho de Anna Gabriel, la diputada más conocida de la CUP, hija de emigrantes andaluces pero fanática conversa a la causa de la Cataluña de su adopción contra la España de sus mayores.

La CUP es un anacronismo que pretende convertir a Cataluña en otro más viejo.