Los datos diarios que ofrece el Gobierno de Aragón sobre el número de nuevos positivos por covid fueron ayer muy esperanzadores. Tan solo se notificaron 41, una cifra muy baja, y a pesar de que los lunes siempre se notifican menos por el efecto del fin de semana, marcan una clara tendencia descendente. Es el mejor dato de los últimos ocho meses, concretamente desde los 32 del pasado 13 de julio. Además, está muy por debajo del centenar de casos notificados el pasado lunes o de los más de 240 de hace dos semanas. Hay que lamentar siete fallecimientos. Otro dato positivo es que las ucis poco a poco van disminuyendo su ocupación, aunque el ritmo sigue siendo lento.

La curva de incidencia sigue bajando y esto demuestra que están dando resultado tanto la aplicación de las medidas restrictivas, aunque sean duras y provoquen fatiga pandémica, y el comportamiento ciudadano que es mayoritariamente ejemplar. Otro dato que invita a ser positivos es el ritmo de vacunación en Aragón (que encabeza el ránking autonómico) otras 30.000 personas se inyectarán la dosis la próxima semana.

Conviene, no obstante, no bajar la guardia. Casi un año después de que se decretara el estado de alarma y se disparara el número de muertes e ingresados, sabemos que este virus es muy agresivo y que es muy fácil que se descontrole la situación. Además, hay nuevas cepas que amenazan con posibles nuevas olas y ya se ha demostrado que cualquier relajación puede provocar brotes epidémicos, como ha sucedido recientemente en la zona de Bielsa. Por tanto, es fundamental realizar un esfuerzo adicional estas semanas, disfrutar de la flexibilización de las medidas pero seguir manteniendo las medidas de distanciamiento social y cumpliendo con las normas higiénicas. Es la única manera de seguir combatiendo el coronavirus con eficacia y poder pensar en tener un final de primavera y un verano más laxo y con menos riesgo sanitario, que sigue siendo además moderadamente alto a pesar de los buenos datos.