Dimiten cuatro ministros, baja la libra, y las voces anti May, dentro y fuera del partido, son cada vez más mayoritarias. ¿Moción de censura contra la primera ministra británica? Podría ser uno de los escenarios posibles. Theresa deja de ser la prota porque el Gobierno cae o sus diputados conservadores la sacan de escena. Bastarían 48 de los 317 para forzarlo. Todo quedaría en stand by hasta que el partido gobernante pusiera un nuevo primer ministro, o se convocaran elecciones anticipadas, interesante oportunidad para que los británicos, demostraran su inteligencia, repensaran su rol en la UE y entendieran que es mejor «estar con el supuesto enemigo (dentro), que en contra (fuera)». Y es que para que el principio de acuerdo planteado por May salga adelante, todavía queda mucho camino por recorrer. Que el 25 de noviembre el Consejo Europeo valide el acuerdo, luego pase al Parlamento Europeo y vuelva de nuevo al Consejo. Eso sucederá y la respuesta de la Unión será adelante con los faroles. Pero los británicos no lo tienen tan claro. Tendrían que dar el ok antes de la cumbre ordinaria de la UE del 13 de diciembre, y eso va a ser complejo. Si no sucediera, habría un nuevo plazo de 21 días para presentar un nuevo plan, pero este no permitiría llegar a tiempo al 29 de marzo de 2019, fecha de activación del Brexit. En definitiva, o salida sin acuerdo el 29, aplazamiento (muy posible), nuevas elecciones en Reino Unido (más que probable) o un segundo referéndum (nada descartable), porque la firma de ese Brexit a lo May es harto improbable.

*Periodista y profesora de universidad