El estiaje que está sufriendo el Ebro y la rotura de una compuerta del azud de Vadorrey están cuestionando si debe mantenerse una infraestructura creada para la navegación hasta la Expo. El Ayuntamiento de Zaragoza está dispuesto a abrir el debate, sin perder de vista que la obra costó 25 millones de euros. Ecologistas y geógrafos están en contra de su permanencia y aluden a las decisiones tomadas por cuatro confederaciones hidrográficas de eliminar todas las represas que dañan los ríos. Siguen el proyecto AMBER, de la UE, que apuesta por suprimirlas. Ya que el cambio climático puede empeorar aún más las condiciones de los ríos, no está de más abrir un debate serio y riguroso sobre el problema.