La rotura de una tubería en Malpica, que ha afectado a un centenar de empresas que tuvieron que parar su producción, ha puesto en el foco mediático a este polígono. Construido en los años 60, al albur del desarrollo industrial de la ciudad, ha visto cómo en estos 50 años no solo no se han producido mejoras sino a consecuencia de la construcción de otras grandes obras como la autopista AP-2, se han visto deteriorados. Los fondos europeos han sembrado de polígonos la geografía aragonesa, algunos sin apenas uso o desiertos, mientras los antiguos como este, pese a la presencia de empresas importantes, decaen por el abandono institucional. Hora es de que se tengan en cuenta sus quejas.