Papa Pitufo ha desautorizado a la Pitufina, y la rubita está que trina, por mucho que se empeñe en decir que no ha habido desencuentros entre ella y Sir Rajoy. La Cospedal está malhumorada, el todopoderoso no escuchó sus plegarias y le puso como candidato en Andalucía a Moreno, un hombre de la cuerda de Arenas y de la total confianza de Sorayita, a los que tan poca devoción ella profesa por más que trate de desmentirlo. Después de tantas penitencias, de sacar la cara por el partido ante las acusaciones de corrupción, resulta que ahora la número dos de los populares se queda fuera de juego. La mosquita muerta Saénz de Santamaría ha jugado sucio. A lo bajines, por detrás, y como siempre, absteniéndose de opinar públicamente de asuntos que no afectan directamente al gobierno del que es portavoz le ha lanzado un órdago a su secretaria general. Y por fin, Pitufina se ha dado cuenta de que su creador, no ha hecho otra cosa que moverla cuál títere. Ha debido ser duro descubrir semejante atrocidad del Padre Mariano. Tanto dolor es capaz de hacer que una desembuche y desvele la verdad de su partido, un PP con "lamentables intrigas internas", algo obvio y desgraciadamente común en las agrupaciones políticas. Pero lo lastimoso del caso no es tanto eso, sino como apunta Miss Aguirre con tan acertada figura, "el dedazo divino" de Rajoy, que no dejó opciones: ni dio la posibilidad de elegir entre varios candidatos ni contó con la opinión de sus afiliados. Viva la democracia mariana!

Periodista y profesora de universidad