GEl Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón insisten en no entenderse, en competir. Especialmente si los gestiona el mismo partido. Es una historia más vieja que la pana. La sensación de que todo se repite es abrumadora. Sólo que el momento ha cambiado. Ahora parece que se abren otros horizontes, grandes posibilidades. Ahora da más pena esta trifulca de capuletos y montescos. Y encima, con la Expo ahí delante. Lo único que ha cambiado es la escala, mucho mayor. Y algunos de los protagonistas o antagonistas, que suceden a otros que hicieron lo mismo que ellos: reñir y estropearlo todo, sacrificar la comunidad y la capital a sus ínfulas de poder. Cambian las personas y el tamaño de los solares, pero el empecinamiento permanece. También quedan algunas personas, depositarias de la tradición. Los nuevos parecen no darse cuenta de que juegan a un juego ya muy visto. O se dan cuenta pero no pueden evitarlo, quizá están atrapados en una maraña que les desborda.

Por desgracia, hay otros dos factores que nos resultan muy familiares y que de ninguna forma querríamos tener que revivirlos: el desdén de Madrid por Aragón y la obediencia de los líderes aragoneses a las cúpulas de sus partidos: antes el organigrama que las carreteras. Queda un resquicio para la esperanza, pero a juzgar por las declaraciones de los responsables políticos, es cada día más pequeño. Es como confiar que el médico se haya equivocado de sobre al meter el análisis fatídico. Por un lado, con la mosca detrás de la oreja, queremos esperar a los presupuestos generales del 2005. Queremos que no siga ocurriendo lo mismo de siempre, la pelea interna, la sumisión a los jefes, el temblor ante la mesa camilla local.

Por otro, vemos que el Gobierno de Aragón, por ejemplo, pretende adelantar la financiación de la maldita autovía Somport Sagunto. ¡Ay! Cuando plantea eso el GA es que ya da por hecho que España pasa del tema. La damos --también-- por perdida. El secretario (de Estado) Morlán ha debido decir ya que esa autovía eterna no se acelera. ¿No estaremos renunciando a demasiadas cosas en muy poco tiempo? ¿No era Alagón parte de la no nata red de Cercanías? ¿Y el AVE a Teruel?

Hay que pensar que lo están intentando, que lo van a conseguir. Hay indicios (los vuelos baratos) de que a veces se ponen de acuerdo. Hala, pues. A ver si se rompe esta racha (de siglos).

*Escritor y periodista