Con el final del 2018, las estadísticas de criminalidad en Aragón han confirmado lo que ya se atisbaba en el primer trimestre del año: el aumento de los delitos contra la libertad sexual (un 25,5%) y los robos violentos (un 16,5% más). Estos porcentajes junto a los de otros supuestos delictivos han elevado también la tasa media de criminalidad, que ha pasado de 28,5 infracciones penales por cada mil habitantes en el 2017, a 30,8. Aunque la comunidad se mantiene en cifras por debajo de la media nacional, es preocupante el incremento de los delitos sexuales. Los datos son tozudos y no hacen sino confirmar que no hay que bajar la guardia en un aspecto que sigue teniendo como víctima principal a la mujer.