La súbita y masiva oferta que se está preparando en Zaragoza de suelo para oficinas, hoteles y otros equipamientos del sector servicios nos sitúa ante una duda razonable: ¿Habrá suficiente demanda para colmarla? ¿Estamos ante planes razonables de desarrollo empresarial o ante el espejismo de una burbuja inmobiliaria capaz de inflarse hasta el infinito?

La capital aragonesa está lista para ofertar, tanto desde el sector público como del privado, áreas comerciales y zonas de oficinas (incluyendo edificios inteligentes o específicamente destinados a las nuevas tecnologías) en todos sus puntos cardinales. El futuro complejo de La Romareda se une al Trade World Center del Actur, a Pla-Za, a la futura Milla Digital , a múltiples emplazamientos comerciales y de servicios (Puerto Venecia , Ranillas o las áreas urbanizables del Sur), al complejo Aragonia ... Sin embargo apenas se ha completado la ocupación del edificio El Trovador en el antiguo Cuartel de Sementales, y buena parte de las oficinas allí instaladas corresponden a instituciones y empresas públicas.

Sería bueno saber si los proyectos que no cesan de surgir conectan con la realidad. No sea que Ivayan más lejos las intencioens que la necesidad.