La cúpula episcopal de la Iglesia brama contra las reformas sociales que el Gobierno está poniendo en marcha. La cima, por ahora, de los despropósitos la han alcanzado ex aequo el obispo de Castellón, que ha declarado que "son propias de la cultura musulmana", y el arzobispo de Pamplona, que ve en peligro la democracia y asegura que los cristianos sufren persecución. Les aseguro que no he visto a un solo cristiano perseguido en este país, que los católicos acuden a misa en plena libertad, que los colegios católicos concertados están subvencionados por el Estado, que a los curas les pagamos el sueldo entre todos, que los profesores de religión (católica) cobran del erario público, que algunas diócesis se embolsan decenas de millones de euros merced a que los ayuntamientos les recalifican terrenos destinados a servicios educativos para construir pisos, que un pedazo inmenso de los presupuestos de cultura se destina a restaurar templos que su propietaria, la Iglesia católica, ha dejado abandonados hasta la ruina, que se celebran miles de procesiones y manifestaciones católicas que ocupan las calles sin que nadie las moleste, que muchos edificios públicos --civiles y militares, por supuesto-- siguen mostrando símbolos y emblemas católicos, que todos los pueblos, ciudades, provincias, comunidades, asociaciones, gremios, universidades, cofradías y similares de España suelen tener un santo o una santa --católicos, por supuesto-- como patronos, etcétera. ¿Creen en serio que los cristianos están perseguidos en España?

*Profesor de Universidad y escritor