El tema ya ha desaparecido de las primeras páginas de los periódicos, pero el problema persiste. Ya no hay suicidios --o al menos ya no se dan a conocer-- pero cada día sigue habiendo cientos de personas que son desalojadas de sus casas por no pagar la hipoteca. A pesar de todo, colectivos y algunas administraciones siguen esforzándose para que estos desalojos sean los menos posibles y en las mejores condiciones posibles. La oficina antidesahucios del Ayuntamiento de Zaragoza es una de ellas. Desde su creación ha resuelto el 60% de los conflictos que le han presentado bien mediante la renegociación de las condiciones del crédito bien mediante la dación en pago. Lástima que no todas las instituciones funcionen igual. El Fondo Social del Gobierno de Rajoy solo ha reubicado a 13 familias en dos años. Para pensar.