Mariví Broto denunciaba en las Cortes de Aragón que se ha triplicado el porcentaje de familias que no llega a fin de mes y que en menos de un trienio el número de hogares con todos sus miembros en paro han pasado de 28.108 a 47.442. La portavoz socialista reclamaba un plan social, una renta básica y la retirada del proyecto de Ley del IAI. Pero la Sra. Rudi y los expertos que la asesoran, si es que hay algún experto, se atrinchera en un argumento ideológico, sin ninguna base empírica: el efecto llamada. Antes utilizó el argumento del fraude, también sin ningún dato que le avalara. No sé si se creen que con estas maniobras los más pobres desaparecen por arte de magia o simplemente confían en que los mecanismos de la caridad garanticen a la gente que coma todos los días, porque claro, lo de que se pongan a trabajar suena a sarcasmo cruel. No se puede encontrar lo que no existe y atendiendo a sus propias previsiones, vamos a convivir con altísimas cifras de desempleo hasta no se sabe cuándo. Y mientras tanto qué hacemos. La propia Comisión Europea acaba de reconocer que con la crisis España ha registrado también una de las mayores caídas de la renta familiar disponible y uno de los mayores niveles de desigualdad de la renta de la Unión. Eso sí, las recetas que sigue prescribiendo son más pérdidas de derechos para los de siempre y subir el IVA a todos. Es decir, más desigualdad. Mientras, el Gobierno y sus voceros han decretado el final de la crisis. ¿Hay alguien que se lo crea?

Profesor de universidad