La implantación de Amazon en la plataforma logística de Huesca y en unos terrenos de Villanueva de Gállego ha vuelto a poner sobre la mesa las múltiples posibilidades de expansión que tiene el corredor entre Zaragoza y la capital alto aragonesa. La llegada de la multinacional debe ser el espaldarazo definitivo para que este eje tenga un desarrollo similar a otros que hay en el país, como los existentes entre Vigo y Pontevedra, Madrid y Guadalajara, Sevilla y Cádiz o los clásicos del Gran Bilbao o los del área metropolitana de Barcelona. Evidentemente, cada uno de ellos tiene unas características distintas y unos volúmenes de población que no se pueden comparar con las peculiaridades aragonesas, pero sí son exportables las estrategias públicas y privadas que se han realizado en estos polos industriales, comerciales y también lúdicos.

En los últimos 25 años, tanto Huesca como Zaragoza han experimentado un notable crecimiento, como consecuencia de la implantación de importantes empresas, y alrededor de 15.000 personas recorren a diario la distancia que separa ambas ciudades. En total, el área de influencia puede rondar el millón de habitantes y un considerable porcentaje del PIB autonómico. Además, como se ha resaltado en numerosas ocasiones, la ubicación estratégica de ambas ciudades, a 300 kilómetros de distancia de las principales capitales españolas y del sur de Francia hacen que se tenga que dar un impulso definitivo a una zona que además está muy bien comunicada, y más que lo estará cuando en los próximos años se terminen la A-21 y la A-22, cuya finalización está prevista, si todo transcurre sin sobresaltos, para el próximo lustro.

Los 70 kilómetros que separan las dos capitales más populosas de Aragón son un eje con un alto potencial industrial y económico, que debe desarrollarse más aprovechando todas las sinergias. Tanto el Ayuntamiento de Huesca como el de Zaragoza ya han mantenido algún contacto para establecer una estrategia conjunta que pueda impulsar más este potencial, del que además se beneficiaría el resto de la comunidad. Deben ir de la mano con el Gobierno de Aragón y con el Ejecutivo central, ya que entre otras cuestiones prioritarias está la de mantener la apuesta por el servicio ferroviario, lo que implicaría a medio plazo la consolidación de una red de Cercanías que pudiera unir ambas ciudades con estaciones intermedias en municipios que están en el eje y que también cuentan con una industria y unas empresas pujantes. Es el caso de Villanueva de Gállego, Zuera o Almudévar, así como Walqa, en las inmediaciones de Huesca. Porque además, una de las características de este eje es que está muy diversificado, con una parte industrial, otra agroalimentaria e incluso otra ligada al conocimiento y la tecnología, sin olvidar que entre Zaragoza y Villanueva de Gállego existe la Academia General Militar y la Universidad San Jorge.

Por este motivo, es el momento de que las reuniones entre los dos consistorios y el Gobierno de Aragón sigan esta legislatura y se puedan sentar las bases para que este corredor, que discurre prácticamente paralelo al río Gállego, se impulse en los próximos años.