El balance oficial de criminalidad registrado el pasado año y difundido por el Ministerio del Interior atribuye a Aragón un descenso de casi el 8% respecto al ejercicio anterior, situando la tasa de delincuencia casi 15 puntos por debajo de la media estatal y reduciendo este índice al menor en once años. Siempre son bienvenidas las constataciones de un descenso de los delitos, por la mejora de la seguridad que supone y por avanzar en el camino hacia la convivencia social. Hay, no obstante, un contraste entre esas cifras con otras que maneja el Cuerpo Superior de Policía, que convendría aclarar.