El presidente del Zaragoza, Alfonso Soláns, se despachó ayer con unas inauditas declaraciones a propósito de la crisis que atraviesa el equipo que sólo pueden ser entendidas como una absurda huida hacia adelante fruto de la tensión. "El objetivo de estar en Europa está en vigor", dijo el mandatario en la presentación de Víctor Muñoz como nuevo técnico. Si no fuera por la delicada situación que atraviesa el club, las manifestaciones no pasarían de ser hilarantes. Pero el momento requiere templanza y decisiones firmes más que cantos al sol que elevan a categoría de verdad ese aforismo a veces cierto que dice que un optimista es un pesimista mal informado. Ojalá el deseo de Soláns sea una premonición, pero la afición se conformará con que el equipo pasee con dignidad el escudo del Zaragoza por los campos de España y salve la categoría. Y luego, esperar que de una vez se den los cambios profundos que necesita el club.