El Gobierno de Aragón dio a conocer en el pleno de ayer que se han presentado alegaciones a los planes estatales de transición energética, normativa cuya repercusión en la comunidad es evidente, ante el cierre de la térmica de Andorra. Hace bien Aragón en intentar que la reposición a través de renovables de la energía que generaban las centrales que van a cerrar pueda ser producida por compañías aragonesas interesadas y no ceder a las empresas que precisamente han cerrado las centrales una especie de compensación, como recoge la norma estatal. Son alegaciones pertinentes.