El servicio ferroviario de media distancia, incluso de Cercanías en Aragón, lleva años con un tira y afloja entre la comunidad y el Ministerio de Fomento. En los últimos tiempos, las continuas incidencias en el trayecto Teruel-Zaragoza han destapado una ola de críticas de los usuarios que exigen un servicio adecuado a las necesidades de confort y eficiencia. En este escenario, el encuentro celebrado ayer entre el consejero de Ordenación Territorial, José Luis Soro y el presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha permitido pasar cuentas sobre la aportación de la DGA en la financiación de los servicios ferroviarios considerados de interés y, puesto que las disponibilidades presupuestarias no pueden incrementarse, Fomento asumirá tres de los servicios que pagaba el Ejecutivo aragonés. El contrato firmado hasta finales del 2020 incide de forma especial en la sustitución de los llamados tamagochis, obsoletos. Las explicaciones del presidente de Renfe derivan su posible implantación al 2021, por el proceso de adjudicación y fabricación. Es de esperar que se cumpla con la previsión. Las Cercanías y la adaptación del precio en las estaciones urbanas al del autobús y tranvía ha sido otra demanda de Soro. Renfe se ha comprometido... a crear un grupo de trabajo para avanzar en el asunto. Lo que está claro es que DGA y Renfe hablan poco y deberían mantener contactos más periódicos para afianzar servicios por el bien de los usuarios.