Compañera es la mujer y el hombre su compañero, tal para cual. Que no hay humanidad sin mutua relación entre ellas y ellos. El día ocho de marzo se celebra sin embargo el Día de la Mujer. ¿Por qué? Que yo sepa no hay otro semejante para los hombres. Lo que no deja de ser una discriminación «positiva» para ellas; es decir, un agravio comparativo y puede que la excepción para confirmar la regla: una licencia que podemos permitirnos los hombres. Como el orden establecido los carnavales y nosotros el día de Santa Águeda para que manden las mujeres.

Pero no es eso. No es eso lo que debería ser. Y para que no sea así, me declaro feminista sin dejar de ser un hombre y, sobre todo, una persona como ellas y con ellas. Ni más ni menos. ¿El Día de la Mujer ? Esa es también mi fiesta y mi bandera, mi cita y mi compromiso. Por lo menos hasta conseguir que todos los días sean iguales para todas las personas bajo un mismo sol de justicia sin discriminar a nadie por su género. ¿Que las mujeres son distintas? Por supuesto, no solo de los hombres en general sino entre sí como personas ¡Faltaría más! Pero todas las personas somos iguales -deberíamos ser realmente iguales- en derechos y en dignidad...

Bueno, bueno, bueno... ¡eso es lo que pensaba! Pero ahora sé que también se celebra el Día del Hombre desde hace años. Menos mal que todo está en la Red y uno, que duda de muchas cosas, le ha preguntado a Siri y esta le ha informado como es debido: «El Día Internacional del Hombre se celebra el 19 de noviembre.» Fue establecido en 1992 por Thomas Oaster, profesor en la Universidad de Missouri-Kansas, y popularizado desde 1999 cuando comienza a celebrarse en todo el mundo. La directora del Programa Mujeres y Cultura de la Paz de la UNESCO, Ingeborg Breines, apoyó esta iniciativa desde el principio y ya entonces consideró la celebración de ese DIH «una excelente idea que proporcionará un poco de equilibrio entre géneros».

No obstante, después de saber lo que ignoraba, no voy a borrar ni una sola palabra de lo que he escrito. Para mí el Día de la Mujer es el día de las personas que se declaran feministas, sean mujeres o no. Como hombre que soy no siento la necesidad de celebrarlo un solo día, pero como persona que también necesito declararme feminista todos los días y celebrarlo al menos una vez al año con mis compañeros y compañeras. Eso es para mí una opción estratégica, quiero estar con ellas y por ellas: lo necesito porque ellas son la parte marginada de la humanidad. ¡No los hombres, por favor!

En el mundo de la vida, son ellas sin comparación las peor tratadas. En casa, las servidoras; en el trabajo, las peor pagadas, y las maltratadas muchas veces por los otros. La violencia machista es ya un escándalo en este país, una vergüenza. ¿Hasta cuándo? ¡Basta ya! Sin ellas y contra ellas, los hombres no somos humanos. No somos personas. Y como personas somos iguales que las mujeres, ni más ni menos.

Ser feminista , como no me canso de repetir, no tiene nada que ver con ser afeminado o menos hombre. De la misma manera que no es más mujer la que se pasa, y menos aún la que reniega de su condición y se comporta como un marimacho. La dignidad humana no está en las partes, ni es eso el sexo bien entendido. Ni siquiera la belleza del cuerpo más hermoso depende de los atributos, siendo como es todo el cuerpo --íntegramente--- la presencia humana. Como una palabra visible o símbolo del alma y del espíritu en el mundo, y el estuche de la joya más preciada: el amor que sale del corazón humano a imagen y semejanza del Amor. ¿No es ese el nombre de Dios? Eso dicen y eso creo. Eso espero y eso es lo que para todas las personas como para mí deseo.

*Filósofo