Un año más por estas fechas ando infiltrado en territorio levantino, empapándome de lo que por aquí se cuece, o se pretende cocer, con agua procedente del Ebro y, la verdad, esto no se parece nada a lo del año pasado. Esta temporada la palabra que más lleva es "diálogo", y a cualquiera que se le ocurra hablar de "cañetes" o "paseos militares", que el año pasado hacían furor, se le considera un hortera de tomo y lomo, un antiguo y un carca, ya ven lo que son las cosas.

Así que se han puesto manos a la obra, y lo primero que han hecho es liarse de cháchara el señor Camps y nuestro viejo amigo Valcárcel. Ni un cuarto de hora, oiga, ni un cuarto de hora les ha costado ponerse de acuerdo. Un ratito de diálogo y han decidido que ZP debe dialogar con ellos y, diálogo va, diálogo viene, seguir adelante con el PHN tal cual, nada de ponerse autoritarios y cumplir las promesas electorales. Porque dicen que ésa es otra, que mucho presumir de buen rollito pero luego quiere cargarse el trasvase por decreto, y hasta ahí podía llegar la broma.

Doña Cristina Narbona dice que les recibe, pero ellos quieren dialogar con ZP, supongo que recordando los diálogos de Aznar con Marcelino Iglesias.

Modelo de diálogo: ZP buenos días. CyV, buenas tardes. ZP, ¿un cafelito? CyV, agua. ZP, ¿desalada? CyV, del Ebro.

ZP, buenas tardes. CyV, buenos días. Hablando se entiende la gente, que diría doña Elvira Rodríguez. Y tampoco cuesta tanto darles el gusto.

*Periodista