Es nuestro refranero una fuente inagotable en donde se describen situaciones, ambientes, que sin evidencia científica se hacen realidad cotidiana de nuestra sociedad. Quien con niños se acuesta húmedo amanece. Quien con podemitas pernocta, excrementado alborea.

Humedal defecado, no siempre vespertino, aunque así lo indique el refrán. Dicho que tiene otras connotaciones negativas. Ante la persistencia del hábito y la presencia de restos biológicos líquidos y sólidos, a la llegada del alba, encontrando fraguados humedales y basureros de violencia. Nuestro mitómano presidente del Gobierno superó su declarado insomnio, echándose en los brazos de otro generoso mitómano fachizquierdas, nominado también mitómano predicador de Vallecas y/o voceras de Galapagar. Consumaron cama, programa y sillón en un mezquino y mísero abrazo. Entramos en la constelación del chantaje.

No podía ser de otra manera, el relente de aquel estrujón defecomiccional de ambos cerebros, hacía presentir que aquel abrazo se convertiría en un húmedo y fétido vertedero ideológico permanente, contaminando la convivencia y armonía democrática conseguida gracias al buen entendimiento y disposición de unos y otros, que con diferentes pensamientos e ideas supieron encontrar con respeto una idea común: no volver a vivir el pasado reciente.

Los del abrazo sestearon y sestean con dañinos ronquidos, graves apneas, con no menos graves consecuencias en la convivencia de los ciudadanos. Su inmadura pero maligna transideología, la manifestaban con un ansioso deseo de limpiar e higienizar los inexistentes problemas de una idónea, generosa y hábil transición. Idea que produjo y sigue produciendo, violencias físicas, psíquicas, económicas, docentes, biológicas, de genero, etc, etc. Actualizando otro interesante dicho: Dime con quien andas y te diré quien eres. Falta de madurez de transpolíticos progresistas con escasa transparencia, excesiva obscenidad, e intensa promiscuidad de redes que han demostrado un grave y peligroso trastorno histriónico de personalidad narcisista, conscientes de que su pernocta con pregonado y traicionero abrazo, ha pretendido institucionalizar otro tipo de relación y de poder que se basaba en la violencia de la prohibición, que esta produciendo malolientes y húmedos excrementos antidemocráticos, biológicos, mentales, culturales, diplomáticos, pero sobretodo, económicos y sociales, con onerosos beneficios personales, en perjuicio de la ciudadanía y sus instituciones, a las que, en su día descaradamente, juraron respetar y cumplir. Un sueño perjurizado o el perjuro soñado.

Refranes que, una vez más, confirman la necesidad de estar alerta sobre las consecuencias que conlleva confiar en personas de exuberante narcisismo e inmaduro comportamiento. Confianza que en seguida ignoran o venden con una abundante verborrea, encubriendo una maligna ignorancia. Dame pan y dime tonto. Son las violencias actuales que estamos viviendo en estas ultimas semanas, promocionadas por alguno de los transabrazantes, aireadas en y por modernas tecnologías de movilidad, con gran eco en los medios. Las expresiones pacíficas relacionadas con las constantes intimidaciones, y provocaciones derivadas del fraude de las promesas y disposiciones extraparlamentarias del progresista dúo, a veces trío, y sus mariachis gubernamentales. Estas no tienen eco en los medios. Es comprometido y aventurado confiar el gobierno de los asuntos estatales, económicos, sanitarios, educativos, científicos, de seguridad y defensa a personas de ineptitud e ignorancia demostradas. Se auto benefician, arruinando al resto con su mala gestión y exigua experiencia laboral. Ultimo ejemplo el covid-19. Progreso es modificar a mejor, jamás destruir lo positivo consolidado.