La CAI tomó en plena crisis una decisión controvertida que lastró sus cuentas. En octubre del 2011 se decidió cambiar las reglas en la percepción de dietas por asistencia a consejos de administración, lo que supuso que la cúpula directiva incrementara sus retribuciones al año siguiente, totalizando 230.000 euros. Hoy CAI está a resguardo por su integración en Ibercaja, pero aún quedan muchas lagunas por descubrir en su gestión del último decenio, sin que la comisión de investigación de las Cortes se haya enterado de muchas de ellas.