Soy uno de los aproximadamente 150.000 aragoneses que sufrió el año pasado un erte como consecuencia de la pandemia. Un trabajador más de los 8 millones en toda España que en 2020 fue beneficiario de algún tipo de subsidio del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Por fortuna, mi situación de desempleo temporal fue breve, tres meses. Y, al igual que la mayoría de mis compañeros, tuvimos la suerte que la mayoría no ha tenido: cobramos puntualmente la prestación. Muchos miles de trabajadores han tardado meses en cobrar los subsidios, otros aún tienen muchas mensualidades pendientes y tuvieron que tirar de los escasos ahorros que tienen los trabajadores en este país, o vivir de las ayudas de familiares cercanos. No quiero ni imaginar la angustia de muchos desempleados con familiares a su cargo que veían cómo no ingresaban un dinero imprescindible para subsistir al tiempo que sufrían la incertidumbre de su futuro laboral.

Al mes siguiente de acabar el expediente de regulación temporal de empleo, recibí una mensualidad extra por el erte que ya no me correspondía. Desde entonces, en mi cuenta corriente hay una cantidad de dinero público que no me pertenece y que quiero devolver desde que vi con sorpresa cómo se me había abonado un dinero que no solo es de todos, sino que le haría mucho bien a alguna de esas familias que tiene dificultades para comer.

Tampoco en este caso mi situación es excepcional. En Aragón, aproximadamente ocho mil trabajadores afectados por un erte han cobrado de más, y pasados los meses todavía no sabemos cómo devolver un dinero público que se nos ha ingresado de forma incorrecta. Más pronto que tarde ese dinero volverá a su legítimo destino y llegará a quien le corresponda, pero hasta entonces todos los intentos por devolverlo han sido vanos e infructuosos. Una odisea.

Frías respuestas en una web

Esta semana, a escasos diez días de que comience la declaración de la renta, la Agencia Tributaria ha publicado una serie de preguntas y respuestas para tratar de resolver las múltiples dudas que surgen a los afectados por un erte. Pero a estas alturas no sabemos a ciencia cierta cómo se debe devolver esa cantidad. No sabemos si nos llegará una carta certificada, ni dónde nos llegará, si nos llamarán por teléfono, si se puede declarar directamente o cómo nos afectará en la liquidación. Ha habido explicaciones, pero algo tan serio como la Hacienda pública y algo tan complejo como la declaración de la renta, y más cuando algunos tenemos un dinero público erróneamente ingresado y que no ha llegado a quien debe, no debería resolverse con unas frías respuestas en una web. Hacer la gestión mediante el endiablado e inaccesible para muchos dni electrónico o certificado digital es imposible, y los teléfonos del SEPE están tan colapsados que es imposible que te atiendan. No solo eso, sino que en la página web te advierten de que están tan ocupados que es mejor que no les molestes.

Estamos hablando de algo muy serio. Fue una gran iniciativa que se habilitaran esos ertes especiales por el covid, pero de poco sirve si luego se pierde en el marasmo de la burocracia y se viven situaciones tan injustas. 14.173 millones de dinero público han costado los ertes en 2020. Para eso está el dinero público, pero debería ir acompañado de una gestión mucho más eficaz. Los funcionarios dicen estar desbordados para atender una situación excepcional. El caos se apodera. Si es así, pongan medios. Contraten más gente. Y los que trabajen que lo hagan con la mayor de las eficacias. No tengo duda de que es así.

En los tiempos del internet de las cosas, del control absoluto de nuestros pasos, de los algoritmos que saben si queremos comprar una cantimplora, reservar un hotel en Granada o si nos gustan las camisetas verdes, resulta del todo inexplicable e inadmisible que sucedan estas cosas. De acuerdo que llevamos un año excepcional, que el sistema se ha tambaleado y nos hemos tenido que adaptar de la noche a la mañana a un mundo nuevo. Pero digan de una forma clara y de una puñetera vez cómo devolver lo que no nos pertenece y otros necesitan.