Carod Rovira, entusiasta secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), había dado hasta ahora ejemplo de habilidad política. Usando la palabra como única arma para la defensa de sus ideas independentistas, había demostrado que es posible defender cualquier posición política siempre que se haga mediante medios y modos pacíficos y democráticos. Pero el animoso Carod acaba de cometer un error imperdonable, y además lo han pillado in fraganti : se ha entrevistado en Francia con la cúpula de ETA pecando de ingenuo, torpe y soberbio a la vez. Yo no sé qué raro virus tienen algunos sillones de ciertos despachos que en cuanto alguien coherente se sienta en ellos pierde su sensatez en milésimas de segundo. Carod Rovira, que parecía hombre serio y cabal, ha desbaratado un proyecto en el que la izquierda de este país tenía puestas muchas esperanzas, pues aunaba a los socialdemócratas centristas del PSC (el PSOE en Cataluña), a la izquierda nacionalista (ERC) y a Iniciativa per Catalunya (la IU catalana). Dando oxígeno a los terroristas, Carod ha destrozado esta esperanza, que sólo puede restañarse con su desaparición de la vida política y el propósito de la enmienda de los independentistas catalanes. Desde luego, con izquierdas como éstas, la derecha española está encantada porque volverá a ganar las elecciones sin despeinarse. Claro que queda una explicación malévola: ¿será Carod un submarino del PP? ¡Ah!, y si la policía sabía dónde estaban los delincuentes de ETA, ¿por qué no los detuvieron? Misterios.

*Profesor de Universidad y escritor