Recientemente, diversos informes de las asociaciones de automovilistas y de los ingenieros de caminos resaltaban el olvido de las administraciones públicos sobe el mantenimiento de las carreteras causado principalmente por la crisis del 2008. A pesar de la recuperación, algunos gobiernos siguen sin preocuparse de las vías. No es el caso de Aragón, donde la DGA ha destinado 22 millones a reparar las carreteras este año. Ahora, lo que hay que hacer es seguir invirtiendo en los firmes para salvar vidas.