En las consejerías de Educación y de Salud del Gobierno de Aragón se lamentan en estos días por no poder nombrar y destituir a los directores de los colegios públicos. El tema viene a colación por el brote de meningitis aparecido en el colegio Josefa Amar y Borbón de Zaragoza y las declaraciones de su directora, Pilar Salaverría, cuestionando, de alguna manera, la actuación del Ejecutivo regional. Les han sentado tan mal sus críticas que cuentan que ya le han hecho llegar una advertencia, pero de ahí no pueden pasar. Muy a su pesar.