Piensa la Policía Local de Zaragoza que la gran reducción en el número de atropellos mortales en la capital aragonesa ha venido motivado por el incremento en los controles de velocidad y alcoholemia impuestos durante este año. Sin entrar a prejuzgar el alcance del efecto causa-efecto de tales medidas coercitivas, lo cierto es que lo más importante sigue siendo la concienciación y la educación de los conductores. Sólo con campañas que expliquen con crudeza los resultados, por ejemplo, de un atropello a 80 km/hora, en lugar de a la velocidad permitida en ciudad, se conseguirá que esta tendencia a la baja continúe y se consolide.