El PSOE ha hecho públicas las declaraciones de bienes de sus cargos con dedicación exclusiva. Es un buen ejercicio de transparencia que, no obstante, puede generar malos entendidos. Lo relevante de un gesto de esta naturaleza no reside tanto en conocer el ingreso o el patrimonio de tal o cual político, sino en garantizar que el ejercicio de un cargo público no supone enriquecimientos súbitos o dudosos. Una vez adoptada esta decisión, la púublica declaración de bienes en el momento de la entrada y en el de la salida debería ser una obligación rutinaria para quienes ocupen un puesto institucional. Solo así, cotejando los datos al principio y al final de un mandato, se conseguirá con plenitud la demostración de ejemplaridad que el partido que lidera en Aragón Javier Lambán quiere proyectar ante la ciudadanía.