El próximo martes será un día cargado de simbolismo en la factoría de Opel en Figueruelas. A ella acudirán el consejero delegado de Opel, Karl-Thomas Neumann y Carlos Tavares, presidente de PSA, grupo automovilístico que está en proceso de compra de la marca europea de GM. Tavares, aunque acuda para supervisar los trabajos de lanzamiento del modelo de Citroën Air Cross que se montará a partir de agosto en la factoría aragonesa, conocerá de primera mano las características de la planta, una de las más competitivas de la firma. Y la coincidencia de ambos responsables, aunque cada uno represente todavía solo a su empresa, no puede considerarse una casualidad. El futuro se fabrica día a día.