En Leciñena no sentó muy bien la concentración de doce (12) ecologistas a favor del lobo, al que llaman Caprasio. La muerte de cientos de ovejas y corderos tiene a los agricultores encendidos, y no entienden que tengan que convivir con un (1) lobo llegado de Italia. La mejor solución sería buscar un lugar con compañía para el cánido y recuperar la normalidad.