Una huelga de enseñanza convocada casi a final de curso con la exigencia docente de tener menos horas lectivas, como poco, sorprende y más en periodo electoral. Cierto es que la DGA, tras reducir en una primera fase el horario lectivo, no ha cumplido todavía con su compromiso de dejarlo en 18 horas en Secundaria en esta legislatura. Pero también habrá que atender a las explicaciones de Educación de que las negociaciones siguen abiertas en la Mesa Sectorial, compartiendo los objetivos sindicales. Si es cuestión de calendario queda una semana para acercar posturas.