Durante el fin de semana, dos jóvenes, uno de ellos menor de edad, han sido ingresados en hospitales zaragozanos por agresiones con arma blanca. Estos hechos demuestran que se siguen dando episodios de violencia gratuita en la ciudad y que, por tanto, no hay que bajar la guardia. Es imposible tener un agente en cada esquina de las calles que aglutinan las zonas de marcha, pero a la vista de estos nuevos casos convendría una mayor presencia policial en ciertos barrios. El matonismo de algunos desalmados justifica esta necesidad, que tanto preocupa a los vecinos de estas zonas y hasta a los propietarios de los establecimientos de ocio.