Once años después, los electores españoles han podido presenciar un debate cara a cara. Este formato permitió el intercambio de opiniones entre los cabeza de lista del PSOE y del PP al Parlamento Europeo, vivo, pero a la vez ordenado. Algo que resultará más difícil en los debates, también imprescindibles, del conjunto de candidatos. En el pulso de anoche, Josep Borrell salió ganador con un discurso más preciso y europeísta que el de Jaime Mayor Oreja, con acusaciones a menudo alambicadas.

Los candidatos reincidieron en algunos de los argumentos con los que tratan de convertir las europeas en una segunda vuelta de las recientes generales. Mayor Oreja contrapuso los 8 años de Gobierno del PP a los 14 del PSOE, y Borrell reclamó llevar a Estrasburgo el cambio experimentado tras el 14-M. Pero esta dialéctica no monopolizó el debate. Ambos candidatos expresaron de forma bastante elocuente su visión de Europa. Mayor la centró en el terrorismo y en el recelo de la Unión Europea. Borrell, en una Unión políticamente fuerte ante Estados Unidos y dotada de contenido social. Ayer, cara a cara, se pudo contrastar palpablemente un proyecto euroescéptico y otro europeísta.