En la DGA esperan con mucha atención la petición de reforma del PGOU cursada desde el Ayuntamiento para la reforma de Romareda. Al final, el Ejecutivo, como ya hizo con el proyecto del PP, tendrá que decidir al respecto, y no lo va a tener fácil. No en vano, en el Consejo de Gobierno no hay unanimidad al respecto del proyecto, que no convence a todos los miembros por más que eviten pronunciarse al respecto. Y aquí ya no hablamos de correcciones puntuales, como la opinión de un director general de Deportes, sino de palabras mayores. De momento, el vicepresidente Biel ya dejó claro ayer que la DGA aplicará sus competencias.