El año pasado se cerró con 69.000 parados menos en España, lo que constituye el primer descenso en seis años. Es una buena noticia, pero lamentablemente no es la más significativa de la encuesta de población activa (EPA) dada a conocer ayer, en la que las cifras del desempleo en la comunidad aragonesa arrojan datos muy preocupantes. Porque, pese a esa reducción nacional, la tasa de desempleo --relación entre las personas en disposición de trabajar y el número de parados-- subió hasta el 26,3% debido a que la población activa, el dividendo de la ecuación, ha disminuido en un año en 268.000 personas, la mayor caída desde que existen registros laborales en España. La economía española mejora, según la mayoría de los datos macro que se van conociendo, pero de momento donde menos se nota es en el mercado de trabajo, que excluye a muchas personas: hay extranjeros que vuelven a sus países desesperados de buscar empleo inútilmente, mientras que miles de jóvenes españoles emigran o bien desisten.

Además, a lo largo del ejercicio se destruyeron casi 200.000 empleos, 121.000 de ellos públicos. Es verdad que la cifra es menor que la del 2012, pero se trata del sexto año consecutivo en que se esfuman miles de puestos de trabajo. Otro de los aspectos relevantes de la EPA es el que se refiere a la calidad del nuevo empleo, porque mientras en el 2013 los contratos indefinidos cayeron un 2,5%, los temporales crecieron en la misma proporción. Lo mismo sucede, aunque no lo recoja esta encuesta, con los salarios, que desde que se inició la recesión no han parado de perder poder adquisitivo.

EN ARAGÓN

Si las cifras nacionales no permiten valorarlas con demasiadas alegrías, en el caso aragonés, el balance del mercado laboral es decididamente negativo. Hay 8.300 parados más durante el último año, con el mayor incremento de España, solo superado por La Rioja, mientras que la ocupación retrocedió en 32.400 personas, a la cola a nivel nacional después de Melilla. También se redujo la población activa. En fin, la comunidad cierra el año con 130.300 desempleados, que supone una tasa del 20,5%, el único dato por debajo de la media nacional (26,03%) y al que se agarra el Gobierno de Rudi para justificar una ineficacia en políticas de creación de empleo que queda bien evidenciada con la EPA.