Las familias españolas gastaron un 5% más entre enero y marzo en comparación con el mismo periodo del 2003, según el Instituto Nacional de Estadística. El dato permite interpretar que para la mayoría de los españoles tanto el presente como el futuro económico no son preocupantes. Además, subraya el papel de la demanda interna en el ciclo actual de crecimiento de la economía, en el que la construcción ha tenido igualmente un peso fundamental. El INE también refleja que la tasa de ahorro de los españoles prosigue su recuperación, aunque sólo se mantiene en uno de cada tres hogares.

Junto a esos aspectos positivos, las estadísticas oficiales dicen que crece el número de españoles que manifiestan tener algún tipo de problema para llegar a final de mes, un colectivo que ya sobrepasa el 56% de la población; de ese grupo, casi el 11% confiesa dificultades serias para afrontar todos sus gastos. El gran riesgo de nuestra economía, como ocurre en el resto del mundo industrializado, es fomentar, junto a una sociedad opulenta, que cada vez dispone de más recursos y aumenta su gasto, el desarrollo de otra que habite en sus proximidades, en un gueto económico, no físico, con problemas de subsistencia.