Quienes trabajan en la Universidad y los que en ella estudian, tienen por delante un marzo florido. Primero votarán diputados y senadores para, días después, elegir rector de la Universidad zaragozana (¿Universidad de Aragón?). Un rector de nueva planta, en tanto que no será nominado por el sanedrín de claustrales varios --elígeme y después haré lo que me de la gana-- sino por la libérrima voluntad popular (ponderación mediante). Buena idea y mejor criba. Hasta ahora se necesitaba contar con apoyos y votos en Colectivo, Renovación o Independientes (reparto de la tarta al fondo), con el reciente añadido de los aguerridos profesionales de Plataforma (como si el resto no lo fueran). En adelante, un hombre (o mujer) un voto, la cosa cambiará, seguro que sí. Ya no valdrá el oportunismo, y tampoco el actual esquema Pétriz. Los Pepelus (servidor y punto), Pinillas (ilustrados de la nada) o el bachiller Blasco (estado de obras más que dudoso) son puro pasado. Las mujeres Conde, Ibeas o Martínez (preteridas por lúcidas) tenían razón: el Colectivo de Profesores está en crisis, y este fin de semana, en Jaca, se pondrá de relieve. Pero también los demás.(Continuará). *Profesor de Universidad