Justo cuando la presidenta del Congreso, fiel a las órdenes de Pedro Sánchez, convoca la sesión de investidura para el lunes 22 de julio, a pesar de que el señor Sánchez no cuenta, por el momento, con votos suficientes para ser investido (ni siquiera en segunda convocatoria), va el controvertido director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y publica una encuesta cuando menos curiosa sobre la intención de voto de los españoles si hubiera nuevas elecciones.

Por los datos publicados por ese centro, el PSOE subiría 11 puntos, rozando el 40% de los votos, Ciudadanos se quedaría igual, en tanto Podemos bajaría 1,5 puntos, el PP perdería 3 y Vox el 50% de la confianza obtenida en las elecciones de abril.

Según esa encuesta, en tan solo dos meses los españoles, quizás abducidos por el carisma del presidente en funciones, bien por su magistral manera de administrar el presupuesto prorrogado que aprobara el PP de Mariano Rajoy o bien como resultado de la alineación que se produjo la noche del 29 de junio de los planetas Saturno y Júpiter con la estrella gigante roja Antares, el corazón de la constelación de Escorpio, habrían decidido cambiar su voto; y lo habrían hecho con un giro de magnitud cósmica, pues el 10% de los votantes de Podemos, el 18% de los del PP y el 50% de los de Vox habrían optado por votar al PSOE (combine ese trasvase de votos como deseen, pero ese será el resultado final).

Aunque la fidelidad de voto de los españoles es año a año más volátil, parece difícil que se produzca semejante giro en tan poco tiempo, aunque tal como anda de pasota buena parte del personal, todo pudiera ocurrir.

Salvada ya la capacidad de asombro, y curados además de espanto por tantas mentiras, manipulaciones y tergiversaciones a que nos hemos acostumbrado los pacientes contribuyentes, intuyo que lo más probable es que el director del CIS, notable miembro de la cúpula socialdemócrata y destacado sociólogo, haya realizado un gran servicio a su jefe de filas que lo nombró, el señor Sánchez.

Sea o no producto reelaborado en la cocina del señor José Félix Tezanos, que parece que sí, que lo que ha hecho este hombre ha sido jugar a beneficio e interés del presidente que lo ha nombrado. Porque el mensaje que ha lanzado con esta encuesta es evidente: o Sánchez presidente ahora, o Sánchez presidente, y con muchos más escaños, tras unas nuevas elecciones en noviembre. Todo lo contrario de cómo debería comportarse un organismo público al servicio de todos los españoles, que son quienes lo pagan.

*Escritor e historiador