El ruido no es ninguna broma, como están demostrando los ponentes del Congreso Nacional contra el Ruido que se celebra estos días en Zaragoza. Estudios científicos han demostrado los perniciosos efectos que tiene sobre la salud en general y sobre el desarrollo intelectual de los niños en particular, como prueba un interesante estudio realizado en 27 colegios madrileños que fue presentado ayer en estas interesantes jornadas. No es ninguna broma porque el ruido perjudica seriamente la salud física y psíquica, y hay que dar pasos más firmes y precisos para erradicarlo. Las cien asociaciones que participan en el congreso, con el abogado José Luis Mazón al frente, conocen bien el problema y llevan años pidiendo soluciones bastante más prácticas que las buenas intenciones de los responsables medioambientales. Porque de bien poco sirven las denuncias si no hay medios humanos ni legales para actuar contra los ruidosos.