Comienza a convertirse en costumbre adelantar cómo van a ir los datos del paro unos días antes de la fecha señalada. Naturalmente tienen que ser positivos si no, se sigue con la tradición de esperar a que los haga oficiales el organismo pertinente. La técnica es lograr dos días de titulares en los que se refrende que el mayor escollo económico y social del país se va superando. Si además, como acaba de hacer público el presidente, se anuncian medidas que hablan de rebajas de impuestos e iniciativas para el crecimiento, el paquete se vende solo y multiplica la percepción de que las reformas están dando resultados y que ya es tiempo de dejar en el bolsillo de los contribuyentes más dinero para que mueva el consumo y se potencie la bonanza. Primero se reducen unos puntos del impuesto de sociedades, actualmente en el 30%, aunque por deducciones las grandes empresas aportan poco más del 4%. Será obligado pues tocar la estructura de desgravaciones o el país seguirá siendo de los que tienen las tasas más altas de impuestos, pero con la menor recaudación efectiva. Ya se verá si el equilibrio sale a favor. Como el año electoral se nos echa encima, viene bien recordar también la rebaja del IRPF, sin afinar mucho, no vaya a ser que Bruselas y el FMI adviertan que el objetivo de déficit para el año de las papeletas debe ser del 4,2%. Y con tanta rebaja- Si además ahora encuentran dinero para planes de crecimiento esto se sale. Qué poca paciencia han tenido millones de votantes.

Periodista