Leo por ahí que la cadena pública británica BBC va a poner todo su empeño en dotar a sus programas de mayor calidad cultural. Quieren que la cultura y el arte sean un ingrediente habitual de sus programas. Yo siempre he sido muy reticente a utilizar la televisión como plataforma para cultivar a la gente; recuerdo que hace unos años, una de las críticas más asiduas que se le hacían a este maravilloso artefacto, era que no educaba. Textual. Y siempre expresé yo que la educación es una asignatura que debe impartirse en las escuelas y universidades. La tele no está para educar a nadie sino para entretener. Es una ventana de ocio.

Pero entretener admite muchas variantes; una cosa es no implantar lecciones académicas sobre metafísica, y otra destilar grosería, burricie y pura basura. No es igual. Ahora mismo, el contenido de muchos canales roza con el más absoluto desprecio por la inteligencia de los espectadores, cuando no invade directamente horarios prohibidos con contenidos groseros. Lo he dicho muchas veces: parte de nuestra baja estima como pueblo (español) viene rociada por este oleaje de televisión basura (Berlusconi confesó que no permitía a sus hijos contemplar la televisión que producía).

Desde la tele se puede elevar sin duda el buen gusto, cierta elegancia estética sobre la vida, una actitud positiva que nos inculcan producciones que afectan directamente a nuestra inteligencia. ¡Claro que existe la televisión de calidad! Yo celebro que la BBC afronte su futuro desde esa premisa. Lástima no ser inglés.