La Agencia Estatal de Meteorología ha certificado lo que los ciudadanos llevan sufriendo, al menos, en lo que va de junio. Que la primavera ha sido la más calurosa de la historia, con 1,7 grados por encima de la media. Y un aviso, hay muchas posibilidades de que los episodios puntuales de calor sofocante se repitan este verano. A las precauciones necesarias para hacerles frente convendría añadir la reflexión sobre el por qué de esta evolución climática.