Más de mil trabajadores perdieron su empleo el año pasado como consecuencia de los expedientes de regulación de empleo. Estos aumentaron un 75% respecto al 2018, lo que demuestra que la salida de la crisis no es solo lenta, sino que no termina de completarse. De hecho, hay que remontarse al 2014 para encontrar un dato peor. Se precisan políticas laborales y de estimulación de empleo más contundentes para revertir esta situación.