Parece que el primer sorteo de vivienda protegida organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza estaba gafado. Ayer, en la Sociedad Municipal de Rehabilitación no había buenas vibraciones, porque todo el esfuerzo de los últimos meses ha quedado manchado por un error humano de la empresa informática a la que le confiaron el sorteo, que no es lo mismo que un error informático. Y todo porque a los inmigrantes les inscribieron con la letra de su pasaporte para agruparlos después, y claro, los números agrupados ya no son aleatorios.