No puede ser que los ayuntamientos institucionalicen los errores en las subidas de tasas e impuestos. Primero fue el de Calatayud y ahora es el de Zaragoza. Lo malo es que siempre se equivocan a su favor y lo bueno, que en el caso de la capital se ha rectificado antes de cobrar. ¿Cómo es posible que el economista Alberto Lafuente no vea el error hasta dos días después de publicarse la subida en la prensa y justo coincidiendo con las críticas del PP? Así, es fácil dudar de que todos se hayan equivocado: funcionarios, jefes de área, interventor, políticos. Pero nadie duda que lanzando globos sonda PSOE y CHA son unos chapuceros.