Hace días que se ve venir que el asunto de las sociedades en el Ayuntamiento de Zaragoza solo tiene una solución y es política. El alcalde Santisteve debe ceder, aunque sea para poder acabar de gestionar el consistorio hasta el año que viene, y devolver a la oposición el peso que tenía en esas sociedades. Solo así se resolverá el conflicto creado ahora con el dictamen del Consejo de Estado que considera inconstitucional el artículo en el que se basó el alcalde para tomar el control de las sociedades. Enredar ahora con que si el Gobierno de Sánchez va a recurrir o no una ley de Lambán es seguir mareando para nada. El alcalde debe ser generoso, rectificar, porque lleva varios varapalos, y seguir gobernando.