Los expertos (¿ven?: ¡lo que les comentaba el otro día!) han dicho que la mezquita-catedral de Córdoba nunca fue propiedad de la Santa Madre Iglesia (y Católica, Apostólica y Romana). Pero los portavoces del episcopado juran que sí y han dicho que este Gobierno (que sin hacer nada del otro jueves tiene en contra a todas las gentes de orden y sacristía) pretende perpetrar ¡una nueva amortización!. Y todo porque los benditos representantes del reino de Dios en la tierra se han adueñado mediante inmatriculaciones de todo lo que se les ha puesto por delante. Tal operación ha puesto en sus manos un patrimonio artístico e inmobiliario de valor incalculable, casi siempre salvado y restaurado mediante cuantiosas inversiones procedentes del erario; o sea, de todos los contribuyentes, creyentes, agnósticos y ateos..

La Santa Madre es así. Su reino no será de este mundo, pero los príncipes de la Iglesia no desdeñan ninguna vanidad mundana, sobre todo si reluce o huele a moneda de curso legal. Lo de las inmatriculaciones, según una normativa simplemente increíble, se lo puso a huevo.

Mis amigos de MHUEL (Movimiento hacia un Estado Laico) han estado peleando con el arzobispado cesaraugustano cada título de propiedad, escritura e inscripción registral. Es una cruzada (con perdón de la expresión) que requiere tesón, paciencia, convicción... y dinero. Porque esta asociación hace a veces lo que algunas instituciones dejan a un lado cuando se trata de dilucidar quién es el propietario de San Juan de los Panetes o de la mismísima Seo, que nos costó a los aragoneses miles de millones de pesetas para que luego el Cabildo cobre la entrada, abra y cierre cuando le place y se apunte al negocio sin haber hecho otra cosa que molestar durante las largas obras de restauración.

MHUEL paga abogados, pleitea contra el Ministerio del Interior si este condecora a la Virgen e intenta que Estado e Iglesia vayan cada uno por su lado. Si quieren colaborar en tal acción y sostenerla, les paso la cuenta donde pueden hacerlo: ES7500490001532311884778. Gracias.