A última hora de ayer, Francia rectificó y, por fin, abrirá hoy a la circulación el túnel fronterizo del Somport tras dos meses cerrado por unas obras que se han alargado innecesariamente solo por la dejadez de las autoridades galas. Es evidente que al país vecino le interesa muy poco el paso por el Pirineo central (solo a los habitantes de la zona) pero también se ha demostrado que la presión ejercida ayer mismo desde Aragón, con amenazas, incluso de pedir sanciones a través de la UE, dio un giro al tema. Algo que tendría que haber ocurrido ya el día que el primer ministro francés, Manuel Valls, visitó a Rajoy en la Moncloa. Así como el rey Felipe sí pidió ante el presidente Hollande una mejoría de las comunicaciones transfronterizas, poco se sabe de la presión del presidente español. Es vital para Aragón pero en Madrid se ignora.