La evolución de las Artes Plásticas en general, a lo largo de la historia, ha ido a la par de los tiempos que transcurrían, de tal manera que los ismos que se dieron a lo largo del siglo XX, fueron un índice de referencias sociales y políticas. Hoy se abren caminos artísticos difícilmente clasificables, entre otras cosas porque se sigue bebiendo de las fuentes de las vanguardias históricas con múltiples derivaciones. Quizá cuando pasen 100 años y se haga balance de nuestro arte contemporáneo, se diga que el conceptualismo llegó a límites de la seudo filosofía y que las TICs han servido para aplicar ciertos virtualismos que nos hacen pensar en la levedad del ser. Cada vez se muestra menos pintura y escultura en espacios comerciales, solo en los museos o en algunas instituciones se ve un porcentaje mayor. Atrás quedó la exposición en 1992 de Escultura es Cultura, cerca de 30 artistas aragoneses expusieron sus obras en los patios del Pigantelli; solo de algunos seguimos viendo su obra. El oficio de escultor lleva un plus añadido, la propia formación, la dificultad técnica y el coste económico. Este domingo finaliza la exposición de Santiago Gimeno, uno de los escultores con mayor capacidad y valentía, porque hay que ser valiente para exponer en la Lonja y más escultura, pero a diferencia de otros artistas donde la oportunidad se les convirtió en decepción, Santiago ha salido fortalecido; su planteamiento expositivo pone de manifiesto su profesionalidad y su capacidad artística para afrontar este reto, por todo ello, respeto a quién trabaja así. Nuestro ayuntamiento, durante décadas ha apoyado a los artistas aragoneses, solo faltaría una mayor proyección nacional, exportar y valorar lo que se hace aquí.

Pintora y profesora de C.F.